URGENCIAS OCULARES


Las emergencias oculares son una de las principales causas de consulta en la clínica veterinaria. En algunos casos es necesaria la actuación por parte de los dueños de modo inmediato antes de llegar a la clínica por lo que a continuación se dan las pautas de manejo de distintas urgencias oculares que con más frecuencia se observan.

Posteriormente siempre será necesaria la valoración y el tratamiento específico bajo u estricto control veterinario para evitar posibles complicaciones.


Luxación del globo ocular
Debido a traumatismos se puede forzar la salida del globo ocular hacia adelante y su salida de la órbita. En este momento el suministro arterial de sangre se mantiene normal pero no el retorno venosos y la primera consecuencia es la congestión venosa del globo ocular que hace que aumente de tamaño y complica su reposición en la órbita aún más. Las razas braquicefálicas como los shih tzu o los Pequineses tienen una mayor predisposición debido a que la órbita se encuentra más superficial y tiene una abertura más amplia.

Inmediatamente después del traumatismo, el dueño debe intentar deslizar los párpados sobre el ojo y tratar de reponerlo en la órbita impidiendo que se traumatice aún más y acudir lo antes posible al veterinario.


Quemaduras químicas
Los ácidos como el amoniaco o los álcalis como la sosa, son agentes irritantes que comunmente se ven implicados en quemaduras oculares tanto en perros como en gatos. Los primeros minutos son los más importantes y en ellos el dueño debe lavar y limpiar el ojo con agua corriente templada para eliminar el agente irritante del ojo y evitar que dañe capas más profundas.

Tras estos primeros cuidados, es necesario el tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios y un examen oftalmológico detallado por parte del veterinario para evaluar las estructuras oculares dañadas y evitar la posible pérdida de visión.


Traumatismos romos
Pueden ser directos sobre el ojo o indirectos afectando a los huesos de la cara con graves consecuencias como hemorragias y edema por lo que se hace necesario un examen oftalmológico detallado. En ellos puede que a veces no se haga evidente un daño ocular pero sí que puede haber graves alteraciones a nivel interno que comprometan seriamente la visión de nuestro animal.


Traumatismos perforantes
Suelen estar provocados por espinas, astillas, garras o dientes y pueden afectar a los párpados, la membrana nictitante o tercer párpado, la córnea e incluso producir una perforación del globo ocular. Suelen conllevar la aparición de infecciones por bacterias que complican aún más el proceso, sin embargo el dueño nunca debe tratar de eliminar el cuerpo extraño ya que en muchas ocasiones es el que está impidiendo que se produzca la salida del humor acuoso que se encuentra en el ojo y se produzca una hemorragia que tendría peores consecuencias para el ojo ya dañado.

La única indicación en este caso es acudir a un veterinario lo antes posible para realizar el tratamiento oportuno.

1 Response
  1. Unknown Says:

    En toda la vida de mis gatas, he tenido sólo (por suerte) dos emergencias oculares:
    - una de ellas durante la adaptación de Kenia y Kira. Kenia alcanzó en ojo de Kira y empezó a sangrar. Por suerte fue un rasguño, no le afectó el lagrimal ni la córnea. Le administamos durante una semana unas gotas para evitar una posible infección.

    - Nora llegó con infección en los ojitos, al igual que sus hermanitos, cuando cogimos a la camada. Tras el cultivo le administraron el colirio apropiado (en este caso fue TROBEX), 1 gota 2 veces al día durante 7 días.


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